Presentación |
En un principio no conocía al artista. Acudí a Ángel Gómez Mateo, aconsejado por un buen y entendido amigo de la universidad, para que pintara un cuadro que sirviera de recuerdo en la galería de directores de la Real Academia. Su obra sirvió para despertar en mi gran aprecio y respeto hacia el artista, un gran pintor. No cabe la menor duda de que Ángel tiene algo especial y daliniano que le hace a uno elevar la imaginación con una expresividad mágica y ensoñadora. Su pintura y su arte le llevan a uno a admirar la belleza y lo sobrehumano con una fuerte dosis de realidad mágica que nos invita a despertar la imaginación. La admiración de su obra en una exposición, le hace a uno volar en el surrealismo de los grandes artistas que han dejado su obra plasmada para la eternidad por medio de sus luces y sombras que causan verdadera impresión y no pocas ideas que hablan por si solas de la originalidad y de la creación. La observación del manejo de los instrumentos y la imaginación nos invita a confiar en la obra de un gran pintor sencillo y humilde pero lleno de imaginación y de creatividad profunda emisora de luces que impresionan y hasta le hacen a uno soñar y vivir un poco fuera de la realidad.
Con motivo de la inauguración del nuevo Ayuntamiento de Getafe por Su Majestad El Rey Juan Carlos I, tuve la ocasión de encargar un retrato de tan ilustre persona al pintor Ángel Gómez Mateo vecino de Getafe. Sabía que lo hacía a un retratista no solamente insigne en su labor sino a la vez incesante y de la talla de los pintores más relevantes de nuestro país por el realismo tan admirable que demuestra en sus obras.
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